jueves, 27 de septiembre de 2007

Un adios a la italiana

Me vais a disculpar el retraso. Me vais a disculpar, de nuevo, que no ponga ninguna de las fotos que me habéis mandado. Y me vais a disculpar, por favor, que no publique el tan “sonado bombazo” del que os hablaba.

Pero hay veces que tienes que aparcarlo todo. Algo os pone alerta y tenéis que centraros en ello al máximo. Seguro que alguna vez lo habéis hecho. Os sale un buen trabajo, Hacienda os mete un puro y os acusa de morosos, se os olvidaba que los Lunes hay “Perdidos” , veis como el autobús se acerca peligrosamente a la parada a la que tu pretendes llegar…

Pero sobre todo, y no creo que os atreváis a negarlo, lo dejamos todo a un lado por un motivo. Un amigo.

Y no os confundáis. Este amigo mío no lo esta pasando mal, ni mucho menos aunque Quizas este un poco triste, tampoco es para hacer un drama. Mi amigo se va un año a Italia de Erasmus. ¿Qué no sabéis lo que es Erasmus?

Si hombre, es un invento europeísta para que los universitarios aprendan de la vida en otros países. Vamos, que te lo pasas pipa y encima te pagan.

Para que os hagáis a la idea, Dani (así se llama el chico Erasmus en cuestión) y yo conocimos Italia (y más concretamente, Peruggia), gracias a otra gran amiga: Maria.

Ambos nos enamoramos de esa pequeña ciudad, aunque esta claro que Dani no tuvo suficiente con esos 5 días de visita. Él quiere más. Quiere un año entero para él y su preciosa doncella vestida de escaleras y callejuelas. La verdad es que es bonita. Muy bonita.


Cuando lea estas líneas, él ya estará allí, bebiendo capuchino y practicando ese acento que tomos aprendimos con los anuncios de “nescafé” . Y nosotros ya estaremos echando de menos su compañía.

¿Qué culpa tiene el de ser así?

Un tío con una paciencia infinita (a la derecha véase un ejemplo) , guapo, elegante, zurdo, que se rodea siempre de buenas compañías, ¡y del aleti! Se nos va un baluarte pepinero, que queréis que os diga.










Al menos, nos hemos podido despedir de él a lo grande… ¡por partida triple! Supongo que él lo vale. Si no, no estaría arrepintiéndome por no haberme despedido una cuarta vez.


Le echaré de menos, eso seguro. No voy a ponerme en plan pelota, a decir que es mi mejor amigo, y que no podré vivir sin el. Pero lo cierto, es que todos necesitamos a alguien como Dani en nuestras vidas. Porque fotos como la de arriba, tardarán un año en volver a hacerse.

Esto no es lo mejor que he escrito. Definitivamente no. Se me agolpan las ideas y los sentimientos. Cosas que podría decir y me callo. Recuerdos que podría contar y me los guardo. Quizas yo este mas triste que él.

Antes de despedirse, Dani dijo: “espero volver siendo mejor persona” . No lo hagas Dani, no nos pongas el listón aun mas difícil. Quiero que disfrutes, que lo des todo allí. Que hagas amigos y que te recuerden por siempre, que fundes una peña Atlética, que no pierdas la sonrisa y que cuando vuelvas nuestro abrazo sea más grande y sincero que el de nuestra despedida.

Y si alguna vez decae tu ánimo, piensa que los “hasta luego” nunca son tristes.

¡Hasta pronto!


miércoles, 5 de septiembre de 2007

Un regreso inesperado



I could be brown,I could be blue,I could be violet sky,I could be hurtful,I could be purple,I could be anything you like,gotta be green,gotta be mean,gotta be everything more.Why dont you like me?Why dont you like me?Why dont you walk out the door!”

(O lo que es lo mismo, "ring, ring", me suena el móvil)

- ¿Si?
- ¿Victor? – Una voz nasal asomaba al otro lado del teléfono.
- Si, ¿Quién es?
- Tío…. ¿donde puedo coger un autobús a Madrid desde Toulouse?
- ¿Que? Pero a ver, ¿que haces en Toulouse? No, no, espera. ¿Quién leches eres?
- Soy yo, ¡tu naricilla!

Los minutos de espera pasaban como los partidos del Aleti. Eternos, dolorosos, desesperantes. Puse una silla en el pasillo, al lado del telefonillo. Y al fin, sonó.

- ¿Si?
- Cartero comercial.
- Capullo.

Inmediatamente colgué el telefonillo y volví a sentarme. ¿Joder, es que no tienen mas pisos a los que llamar?
El timbre volvió a sonar.

- ¿Si?
- Pero, ¿me abre o que?
- Te va abrir tu piiiiii madre, mamón.
Y volví a colgar. Y volvió a sonar.
- ¿¡¡Qué!!?
- Jaja. ¡Era broma! Soy yo, ¿me abres?

Dios mío. Olvide que las narices tenían sentido del humor. Abrí la puerta, y allí estaba ella. Andaba un poco tostada, se notaba que había tomado el sol. Después de un abrazo nariguil, la invite a un café.

- ¿Pero bueno, se puede saber donde has estado?
- He recorrido mundo. Pero oye, no te lo tomes así, que no me fui a por tabaco.
- ¿Y porque te marchaste sin avisar? ¿Sabes acaso la que he liado en nuestro blog?
- Si, ya lo leí en un locutorio de Dublín.
- ¿Qué? ¿Has estado en Dublín?
- Claro. Ya te lo he dicho, he estado viajando. – La naricilla daba otro sorbo al café.
- Bueno, ¿y se puede saber que hacías tu viajando?

La naricilla sostuvo su taza de café en silencio.

- Yo es que…no sabía de donde venían las narices de payaso.
“Ouch, golpe bajo. Yo tampoco lo se.”

- ¿Sabias que en realidad esto del mundo de los payasos existe desde hace millones de años?
- Ah, pues no…
- ¿Y que en realidad la gente entendida los llama “clowns”?
- Jode tío, que no soy tan tonto, a eso llego.
- Perdona, era por si acaso. Aunque la verdad es que no se habla del termino clown hasta después de la comedia del arte.
- Eso era en Italia, ¿no?
- ¡Si! Pero como te decía, fue después de eso. Por lo visto, hubo un tal Shakespeare
- Ah, si. Ese hizo un pacto con el Dios Sueño para que la inspiración le saliera por las orejas.

La naricilla soltó la taza de café.

- Victor, deja de leer comics. A ver si maduramos un poco.
- Eh, lo dice el que se fue de casa sin avisar.
- ¡Lo siento! ¿Vale? Pero si tú no me cuentas mis orígenes…
- ¡Que orígenes ni que leches! Naciste en una mierda de fábrica de artículos de disfraces como todas, y punto.
- Habla chucho que no te escucho.
- Perdona…
- Bueno pues eso. El dramaturgo este contrató en su compañía de teatro a dos actores que estaban especializados en malabares, acrobacias…
- Ah, ya veo… -Yo me empezaba a acomodar en el sillón, tumbándome de medio lado. Mientras, la naricilla seguía rajando.

- Y así llegaron las primeras funciones de clown en Inglaterra. Empezaron a actuar además de en el teatro en circo. Después, apareció un tío llamado Grimaldi…por cierto, ¿sabes que el tal Pagliacci del chiste ese tuyo no se sabe si existió?
- ¿Y a mi que me cuentas? Lo leí en un comic.
- Claro, donde sino. Tú y los comics.
- Oooh – Mi primer bostezo. A ver si así lo pillaba.

- Tú, no te duermas, que ya casi estoy. Lo que decía, el Grimaldi consiguió hacer popular al payaso de la cara blanca. A partir de ahí, el mundo del clown empezó a modernizarse.
- ¿No te has dado cuenta que en toda la chapa que me has metido aquí aun no has nombrado una sola nariz de payaso?
- Ahí voy, tontaca. Resulta que lo del payaso de la nariz roja llego de casualidad.
- ¿Cómo que de casualidad?
- Pues si. Había un acróbata que estaba haciendo el tonto en los camerinos de su circo, vestido de ropa estrafalaria y haciendo gestos, como haces tú a veces…
- Calla
- Si lo haces, te he visto.
- Cállate ya.
- Bueno, pues eso. Estaba el tío haciendo el panoli cuando se tropezó y cayó de lleno en el escenario. ¿Y sabes que? ¡Y la gente se partió el ojete!
- No me digas… - Las fuerzas me empezaban a flaquear. No se quien fue el lumbreras que dijo que el café te despertaba, pero lo que es a mi, nada de nada.

- Y bueno, después de eso, ya es hasta donde conocemos hoy. Los dúos cómicos, Los tríos payasiles. Miliki, Fofito, y toda esa familia (aunque me han chivado que tampoco eran para tirar cohetes). Estuve en Grecia y me quede flipado viendo a un mimo que en vez de blanco se pintó de negro y en vez de guantes llevaba una especie de plástico de esos que usas cuando se caga tu perro…- Naricilla me miro un momento.

- ¡Pero si te has quedado sopa!

Bueno, en realidad, estaba fingiendo. Era la única manera de que se callara. Cerré los ojos fuertemente para que no sospechara que le estaba observando. Así como cuando estas estreñido y aprietas.
Naricilla saco de su mochila una toalla, se acerco hasta mí y la extendió por mi cuerpo. Me dio un beso de gnomo en la frente y se acurruco en mi nariz.

Y las cosas volvieron a ser como antes.

¡¡Hasta otra!!

P.D: Muchísimas gracias a Clownplanet.com por la ayuda, y a tod@s vosotr@s por esas preciosas fotos.