Pero hay veces que tienes que aparcarlo todo. Algo os pone alerta y tenéis que centraros en ello al máximo. Seguro que alguna vez lo habéis hecho. Os sale un buen trabajo, Hacienda os mete un puro y os acusa de morosos, se os olvidaba que los Lunes hay “Perdidos” , veis como el autobús se acerca peligrosamente a la parada a la que tu pretendes llegar…
Pero sobre todo, y no creo que os atreváis a negarlo, lo dejamos todo a un lado por un motivo. Un amigo.
Y no os confundáis. Este amigo mío no lo esta pasando mal, ni mucho menos aunque Quizas este un poco triste, tampoco es para hacer un drama. Mi amigo se va un año a Italia de Erasmus. ¿Qué no sabéis lo que es Erasmus?
Si hombre, es un invento europeísta para que los universitarios aprendan de la vida en otros países. Vamos, que te lo pasas pipa y encima te pagan.
Para que os hagáis a la idea, Dani (así se llama el chico Erasmus en cuestión) y yo conocimos Italia (y más concretamente, Peruggia), gracias a otra gran amiga: Maria.
Ambos nos enamoramos de esa pequeña ciudad, aunque esta claro que Dani no tuvo suficiente con esos 5 días de visita. Él quiere más. Quiere un año entero para él y su preciosa doncella vestida de escaleras y callejuelas. La verdad es que es bonita. Muy bonita.
Cuando lea estas líneas, él ya estará allí, bebiendo capuchino y practicando ese acento que tomos aprendimos con los anuncios de “nescafé” . Y nosotros ya estaremos echando de menos su compañía.
¿Qué culpa tiene el de ser así?
Un tío con una paciencia infinita (a la derecha véase un ejemplo) , guapo, elegante, zurdo, que se rodea siempre de buenas compañías, ¡y del aleti! Se nos va un baluarte pepinero, que queréis que os diga.
Le echaré de menos, eso seguro. No voy a ponerme en plan pelota, a decir que es mi mejor amigo, y que no podré vivir sin el. Pero lo cierto, es que todos necesitamos a alguien como Dani en nuestras vidas. Porque fotos como la de arriba, tardarán un año en volver a hacerse.
Esto no es lo mejor que he escrito. Definitivamente no. Se me agolpan las ideas y los sentimientos. Cosas que podría decir y me callo. Recuerdos que podría contar y me los guardo. Quizas yo este mas triste que él.
Antes de despedirse, Dani dijo: “espero volver siendo mejor persona” . No lo hagas Dani, no nos pongas el listón aun mas difícil. Quiero que disfrutes, que lo des todo allí. Que hagas amigos y que te recuerden por siempre, que fundes una peña Atlética, que no pierdas la sonrisa y que cuando vuelvas nuestro abrazo sea más grande y sincero que el de nuestra despedida.
Y si alguna vez decae tu ánimo, piensa que los “hasta luego” nunca son tristes.
¡Hasta pronto!